Cómo implementar una Auditoría Interna
La auditoría interna se realiza con el objetivo de verificar la gestión implementada en la empresa y antecederse a los riesgos.
Es una herramienta realizada de manera lógica y organizada que, por medio de información y evidencia recopilada, emite un informe final en donde se muestra los resultados arrojados. Su propósito es dar una valoración acerca de la gestión de la empresa y brindar mejoras en las fallas encontradas dentro de los procesos evaluados.
Entre los resultados arrojados por una auditoría interna se encuentran: los efectos positivos y negativos de la gestión, el uso que se le da al proceso evaluado y mayor conocimiento sobre la empresa, creando un ambiente más seguro para la misma entidad, a partir del autodiagnóstico.
Los siguientes son pasos para realizar una adecuada auditoría interna, lo recomendado es realizar por lo menos la auditoría interna de cada proceso de la empresa una vez al año y es realizado por el jefe de control interno (personal interno de la entidad). El plan de auditoría debe estar basado en la evaluación anticipada de los riesgos y probabilidades de errores e incumplimientos.
Pasos para la auditoría interna
Inicialmente se debe definir que se quiere analizar con la auditoría. Es decir, elegir el proceso a auditar y saber a qué se quiere llegar. Para eso se debe tener claro el modelo estándar del control interno y su sistema, requisitos legales, complementarios y contractuales.
Realizar una planificación sobre las áreas, procesos y procedimientos de la gestión de la empresa; con el propósito de saber cada cuanto se realizará la auditoría para cada proceso. Sin embargo se puede realizar una auditoría no programada.
Revisar la documentación de manera generalizada del proceso o procedimiento a auditar, para luego ir al detalle.
Reunión de apertura donde se da por iniciada la auditoría. Allí se estipula los aspectos a tener en cuenta para el proceso de análisis y el alcance de la misma.
Realizar la recopilación y verificación de la información acerca del proceso a auditar. La información debe ser objetiva, suficiente, útil y confiable; es decir, que se puedan comprobar y obtener resultados fácilmente. Posteriormente anotar las observaciones halladas en dicha información, que permitirán soportar las conclusiones y resultados de la auditoría.
Realizar informe de auditoría, donde se establecen los resultados adquiridos por la auditoría ejecutada, este informe proyectará las mejoras a realizar en el proceso evaluado derivadas de las no conformidades.
Después de realizada la auditoría, se evalúa si se requiere realizar una auditoría complementaria, si se decide re-auditar únicamente se hace de las áreas específicas donde se hallaron no conformidades. Además se recomienda analizar periódicamente el número de no conformidades y de acciones correctivas ya implementadas.
En conclusión una auditoría interna bien realizada es un proceso que agrega valor a la empresa, suministrando mayor objetividad, eficiencia y eficacia en el desempeño de la empresa, esto se cumple cuando el auditor garantiza el cumplimiento del propósito de la misma.